Placa brasilera, cedula vencida, registro paraguayo.
Mi tìa, mi primo, en casa.
Concordia.
Solo faltan 400 kilòmetros.
Me siento inmortal, como un inglès yendo al combate contra Francia en el dìa de San Crispìn.
O como aquel dìa que me burlè de la Federal, la Civil y los de Tòxicos.
Me siento invisible, como cuando el Santo me hacìa invisible.
Asado, vino tinto, candombe.
Gustavo, sicòlogo social y amigo de Darìo me da una mano con la mecànica.
Vamos a cambiar aceite y dar de baja la goma usada que ya aguantò 4000 kilòmetros y està sacando bigotes.
Mañana al medio dìa vuelvo a la ruta.
http://www.youtube.com/watch?v=BM12OLCpCYY
martes, 22 de julio de 2008
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