Y ya pasaron tres años...

Tardé una semana en salir del estado da Bahia. Es más, crucé la divisa como quien rompe un destino, y me volví a tomar una gelada en un barcito. Vagabundos, al costado de la ruta.
Rio, Sampa, Cerquilhos, Ourinhos, Delmiro Govea, Cornelio Procopio y Dionisio Cerqueira. Y Las Flores.
Y Concordia y Azul y Rauch.
Y Río Gallegos y Puerto Madryn.
Y Mendoza y el potrero de Funes.
Y cuántas veces a San Pedro y Mar del Plata.
Y de cada lugar un color, un olor, una vida o una muerte, un amor que es más o menos lo mismo. Una pasión es todo lo contrario.