En invierno. De milcien. Ya se que hay que salir temprano pero con cuidado porque en las sombras del camino el asfalto está congelado. Solo cientocinco kilómetros de ripio… y el paso Garibaldi ya fue asfaltado. Allá es todo por volver en otoño, tal vez en Abril. Por la vigilia en una playa de canto rodado de estrellas cadentes. Por los seiscientos cuarenta y nueve que guardan dos metros de tierra cada uno… y por cada uno de los suicidados también. Por pasar la rompiente y acelerar a fondo, rumbo cero seis cero. Porque vengan también los del avión. Por los que creyeron y aun creen. Por los que dejaron de creer y van a volver a creer. Porque acá no se rindió nadie, carajo! Por nuestros hijos y nuestros muertos. Por nuestros compañeros. Por embicar la proa en la playa, bien hondo, hasta que haga ruido. Por la arena en las botas. Porque fueron, son y serán argentinas.
Toni.